Existe evidencia que sugiere que lo que piensas justo antes de dormir puede tener un impacto en tu memoria y en cómo recuerdas la información. Este fenómeno se conoce como el «efecto de primacía y recencia». Según este efecto, las cosas que suceden al principio (primacía) y al final (recencia) de un período de tiempo son más fáciles de recordar que las que ocurren en medio.

Cuando te estás quedando dormido, tu cerebro está en un estado de transición hacia el sueño, lo que significa que es más probable que retenga la información que está en tu mente en ese momento, ya que está en proceso de consolidación de la memoria a largo plazo. Esto puede hacer que lo último que piensas antes de dormir sea más fácil de recordar en comparación con la información que procesaste durante el día.

Así, la calidad de tus pensamientos antes de dormir puede influir en varios aspectos de tu vida, incluyendo tu bienestar emocional, la calidad de tu sueño y tu capacidad para recordar información

Y si…¿intentamos pensar en tres cosas positivas que nos hayan pasado durante el día antes de dormir?

¿Probamos?